En solo cinco minutos, un cristiano puede argumentar en contra del aborto electivo de una manera convincente y con gracia.
Ese es el argumento de Scott Klusendorf, presidente del Life Training Institute en Colorado Springs, Colorado, cuando resume cómo hacerlo en un artículo titulado "Cómo defender sus puntos de vista pro-vida en 5 minutos o menos".
El primer paso para argumentar en contra del aborto es aclarar el tema, según Klusendorf.
"Los defensores de la vida sostienen que el aborto electivo le quita la vida a un ser humano indefenso", escribe. “Esto simplifica la controversia del aborto al enfocar la atención pública en una sola pregunta: ¿Es el no nacido un miembro de la familia humana? Si es así, matarlo para beneficiar a otros es un grave error moral. ? Por el contrario, si los no nacidos no son humanos, matarlos por cualquier motivo no requiere más justificación que que le extraigan un diente ".
Los argumentos basados en la "elección" o la "privacidad" son irrelevantes cuando el tema se enmarca correctamente, argumenta, porque tales excusas nunca contarían como justificaciones para matar a personas que están universalmente aceptadas como seres humanos.
Después de aclarar el tema, un cristiano debe defender la posición pro-vida con ciencia y filosofía, escribe Klusendorf.
Científicamente, los principales libros de texto de embriología confirman que desde las primeras etapas de desarrollo, "los no nacidos son seres humanos distintos, vivos y completos", escribe, y agrega que incluso el ex presidente de Planned Parenthood, Alan Guttmacher, antes de abogar por el aborto, estaba perplejo de que cualquiera consideraría a un niño por nacer menos que completamente humano.
Filosóficamente, no existe una diferencia moralmente significativa entre un embrión y una persona fuera del útero, argumenta Klusendorf. Utiliza el acrónimo SLED para señalar las diferencias entre un embrión y un adulto: tamaño, nivel de desarrollo, medio ambiente y grado de dependencia.
Ninguna de esas diferencias, dice Klusendorf, justifica matar a un feto.
Concluye que los pro-vida deben desafiar a sus oponentes a ser intelectualmente honestos.
“Recuérdeles a sus críticos que si nos preocupamos por la verdad, seguiremos valientemente los hechos dondequiera que nos lleven, sin importar el costo para nuestros propios intereses”.
El texto del artículo está disponible en prolifetraining.com/FiveMinute1.asp.